Resumen:
Cuando la cultura medieval se iluminaba con los albores del renacimiento embarcó en España y llegó el cuento antiguo a Santo domingo, en donde lo conservaron sin esenciales alteraciones. En el Conde Lucanor vino además el cuento correcto; y siguiendo los ejemplos del precavido y atildado don Juan Manuel, las Antillas pudieron producir
cuentistas siglos antes de que el cuento y la leyenda se imprimieran en los países del continente americano. Pero si alguno de nuestros hombres de letra, pertenecientes a los
siglos anteriores al XIX, se entretuvo en un género que pasó a ser por mucho tiempo desestimado, carecemos de testimonio.