Resumen:
A este homenaje desmedido y a estas desbordadas alabanzas del muy ilustre y muy digno Presidente de la Academia de Ciencias de la República, correspondo conmovido con esta escueta metejón de las ciencias en Santo Domingo, desde los días coloniales hasta los días presentes. Esta meritísima Academia de Ciencias, así como la historia cabal de
las ciencias en la América tienen aquí, al par, el más glorioso antecedente. su punto de partida, porque este fue el asiento predilecto de Colón, primer hombre de ciencia de su época, autor de la máxima proeza científica de todos los tiempos, porque en verdad que el descubrimiento fue una extraordinaria gesta de las ciencias encarnadas en el genio
navegante.