Resumen:
Ante la infinita Naturaleza el pensamiento se conturba, y la razón, trastornada, perdida, tal vez, entre la misma realidad que busca, nada entiende, que todo para ella es en el Gran
Misterio de Dios... Todo; la música misma, esa suprema verdad conque nuestro espíritu se infunde en lo infinito como si fuera el alma en la fruición de sí misma y en el ritmo del
Universo, el hombre no la entiende como una realidad armó nica a través de la forma. Y ciego, sin comprender la luz que lo hiere en los ojos; sin escuchar, tal vez, el gran concierto
conque palpita el Cosmos en el fondo sidéreo, o como una con ciencia cerrada a todas las manifestaciones, no entiende, pa rece, que la infinitud se determina por aquella combinación armónica de los cielos en la misma tónica a través de los mundos.