Resumen:
Ni la vanidad de una pretendida superioridad personal, ni la presunción de una capacidad suficiente para ello, me decidieron a escoger, como orientación de mis estudios profesionales, la delicada y difícil materia del derecho. A ningún sentimiento de engrandecimiento personal ni de mezquina preocupación de bienestar propio, se debe mi atrevida decisión y sólo el vehementísimo deseo que tenga de contribuir al engrandecimiento v prestigio de la mujer dominicana, demostrando su capacidad y aptitud para todas las ocupaciones de los estudios profesionales, al igual de las de su sexo de, otros países, motivó mi empeño de llegar hasta el fin de esta larga y penosa cruzada y fortaleció mi débil espíritu durante la ruda brega de los estudios académicos.