Resumen:
El pequeño grupo de detractores profesionales y de enemigos sistemáticos de la República Dominicana y del gran estadista que colocó a este país, por su organización, progreso y cultura, a la cabeza de los demás de la América Latina, no podía hacer una adquisición más adecuada y más proporcionada a sus fines que la reciente defección de Germán Emilio Ornes Coiscou. Traidor profesional, hipócrita y servil mientras obtuvo beneficio, comunista y marxista convicto y confeso, calumniador inspirado en la más baja vileza, excrecencia humana, mal ciudadano, mal esposo y mal padre, simulador y tahúr, reúne tal serie de cualidades y merecimientos que la taifa antidominicana y antitrujillista internacional, instigada por el comunismo y por el odio personal y político, tenía que recibirlo alborozadamente, aun cuando el gozo fuera efímero, porque a la postre los
traidores son indeseables aun entre sus mismos cómplices.