Resumen:
No serán nunca infecundos, Señor Secretario de Estado, los esfuerzos que se consagran en bien del primer Centro docente de la República. Cuanto se haga en orden a ese propósito patriótico habrá de redundar siempre en beneficio del país, donde la enseñanza profesional tan descuidada ayer, ha empezado a recibir ya, de parte de los Gobiernos, el impulso que requiere su completo y cabal desarrollo.