Resumen:
Los Profesionales Universitarios se honran y se complacen en haceros entrega del presente mensaje, como un recuerdo tangible del espontáneo y sincero homenaje que os rinden en este día. Apenas hace falta señalar la justicia de este homenaje. Hay dos clases de buenos gobernantes: los que se limitan a ejercer correctamente sus funciones, con simple acatamiento formal a la Constitución y alas Leyes y que al término de su gestión se reducen a entregar su cargo a los sucesores, sin otra conquista, para sus pueblos, que el mero adelante vegetativo, resultante de la iniciativa privada más que del impulso oficial. Y los que, viendo en la Constitución y en las Leyes algo más que un código de normas limitativas, saben encontrar en ellas fecundas y sorprendentes inspiraciones que logran hacer de la faena gubernativa un incesante proceso de creación, no sólo para corregir males y carencias del pasado, sino para anticiparse a los signos del futuro con obras y con instituciones de aseguramiento y de provecho. A esa última clase de gobernantes, que sólo de siglo en siglo aparecen en la escena de la Historia, pertenecéis vos con los más
auténticos e indiscutibles títulos. Para convencerse de ello no se necesitan sutiles razonamientos ni esfuerzo alguno del pensamiento valorativo.