Resumen:
Excelentísimo Señor Presidente de la República:
Este octogésimo aniversario de la Restauración Política de la República Dominicana nos encuentra en medio de las angustias de una guerra que tiene por escenario a todo el mundo y que al igual del acontecimiento patriótico que libraron los heroicos dominicanos en 1863 y que conmemoramos hoy, persigue el triunfo de los principios de libertad y dignidad
humana. Esta guerra que ha herido a tantas naciones Civilizadas ha tenido la virtud de acrecentar el esfuerzo de esta nación para lograr una era de paz estable en el mundo. La República Dominicana toma importante participación en la obra futura, impulsa la producción de sus inagotables recursos y desenvuelve sus fuentes de riqueza en armonía y mutua colaboración con los pueblos amigos, y en especial con sus hermanas repúblicas y las naciones aquí representadas. Este país, goza de todas nuestras simpatías y de todo
nuestro interés y aprecio. Sus excelentes ventajas geográficas e históricas combinadas con el esfuerzo decidido de sus hijos trazan una ruta luminosa para la paz que todos anhelamos en bien de la civilización y honra de la humanidad.