Trujillo y las artes

Abstract

No es nada nuevo decir que la cultura de los pueblos está en la calle. Regada en todos los barrios. Untada magníficamente del color expresivo de los símbolos vitales de la tierra. Ha dicho el crítico hondureño Eliceo Pérez Cadalso que "la poesía es siempre concomitante con la ejecutoría personal del poeta", y yo diría, que la cultura es el rostro magnético de la Patria, si esa Patria se ahonda en ella misma. Se recrudece y se potencializa de su savia artística. Arte sin tierra no es posible que subsista, y hombre sin pueblo es el olvido total ae la tradición de la raza humana. El artista que se martiriza emocionalmente por huir de las realidades de la sociedad se crea el distanciamiento y la negación de sí mismo, porque el único arte sincero es todo aquel que el artista se sabe de memoria desde afuera para eternizarlo desde adentro y devolverlo hecho grito, mensaje, tiempo y amor, a la propiedad del pueblo que lo dignifica y diviniza.