Abstract:
No ha ocurrido hasta ahora, Señor: s, suceso alguno que haya conmovido tanto la Nación en sus más recónditos sentimientos, como la eterna despedida del eminente poeta cuyo homenaje póstumo nos congrega esta noche de luz y de armonía en este augusto recinto; —sentido por su índole puramente artística y de oblación, pero glorioso, por su trascendencia sociológica y moral. ¿Qué queda sino el ejemplo luminoso de esos
predestinados del talento y la virtud cuando la Parca despiadada quiebra, inclemente, el vaso que encierra la divina esencia de su vida; esa ánfora sagrada que ha debido vivir orgullosa de contener tan preciosa y delicada esencia? . . .