Resumen:
La sífilis, ha dicho Fournier, causa más estragos que la tuberculosis; esto es verdad con sólo pensar que la sífilis es positiva y frecuentemente hereditaria, luego de ser mucho más abundante que la tuberculosis en un mismo instante social. Pero, enseguida de la sífilis,
ningún azote es tan temible para la salud pública como la tuberculosis. Cuando se aborda el problema de la curabilidad de la tuberculosis, el desaliento y la incertidumbre llenan de confusión y de dolor á los encargados de velar por el regular funcionamiento del organismo
humano; y no porque esta funesta dolencia sea definitivamente incurable, sino porque dicha curabilidad es manifiestamente circunstancial.