Resumen:
Surgíamos de la noche y hollábamos apasionados, gozosamente, el camino hacia la esperanza. Así, creo, fuimos los del 60. Escribíamos por que sí; porque podíamos hablar de la pareja soñada o de cualquier otra utopía personal; pero, con naturalidad, ‘como cotidiana corriente. Estaba grabada en nuestras vidas la raíz de los Sueños de liberación, o más bien de la impostergable necesidad de espacio respirable, que resultaba cosa de todos, por encima de cualquier individualidad. Nunca me pareció sentir entre los míos un deseo que no partiera del grito, con toda su autenticidad y desgarramiento. Por supuesto había competencia en ese grupo que nunca se consideró más que amigos; pero aquella era amable y solidaria Y entre todos estaba Jacques Viau Renaud.
Iván García Guerra.