Resumen:
Al Pueblo dominicano:
Al aceptar definitivamente que mi nombre sea postulado para la Presidencia de la República en el próximo período 1930-34, he querido dirigirme a todos los hombres a cuyo esfuerzo está confiado el éxito de la campaña, deseoso de expresarles mi reconocimiento y exponerles mis más íntimas convicciones, antes de que llegue la hora suprema de concurrir a los comicios. El hecho singular de que en el poderoso núcleo que sustenta mi candidatura, se encuentren reunidos todos los partidos que asociaron sus esfuerzos, espontánea y libremente, para realizar el movimiento cívico que, al derrocar un régimen, ha modificado radicalmente la política del país, en el presente y para el futuro, parece imprimirle a la campaña que estamos realizando una trascendencia que no hubiera podido darle, por sí sólo, mi nombre ni el de ningún otro ciudadano, por preclaros que fuesen los timbres de su personalidad.