Resumen:
R. A. Jorge. Rivas me ha sorprendido agradablemente con su nuevo poema. Hasta ahora su fecunda obra literaria estuvo como absorbida por un carácter romántico-sensual tan señalado que el tema de la mujer había adquirido en sus versos características poco menos que morbosas de obsesión. El amor, la mujer, estaban —por decirle así— tan diluidos en él, tan pegados, tan confundidos con su obra que —aún ahora que he leído El Nuevo Arcángel” — me resulta sumamente difícil imaginar unos versos escritos por Jorge Rivas que no mencionen la atracción sexual. En cambio, en éstos el “poeta de la risa” que
dijera Clotilde Betances Jaeger, adquiere una nueva personalidad vigorosa que ha
de elevarlo aún más a los ojos de la crítica y que lo hace mucho más interesante como poeta y como idealista.