Resumen:
El humo ascendía, lento. La mujer en el recuerdo, sus pasos decididos, en la pared del fondo proyectados. Una costumbre de su memoria: recuperarla al atardecer, de vuelta ella al departamento, a las suaves discusiones sin fin. Pero el recuerdo puede ser (suele ser) escurridizo, permeable. Luego la confusión, la duda creciente, ¿ocurrió realmente aquella tarde, lo de los celos? Ya en la habitación todo era distinto, todo cada día distinto. No había excusas, pretextos valederos, el cuerpo espera, carne que ansía carne en la penumbra.