Resumen:
Uno de mis más firmes empeños, desde que asumí la rectoría política del pueblo dominicano, ha sido el de suprimir totalmente el analfabetismo tanto entre la población urbana como entre la población de las zonas rurales. A ese propósito obedeció la creación, en 1941, de las escuelas da emergencia, establecimientos docentes que se han esparcido por todo el territorio nacional y que hoy constituyen una de las realizaciones más
valiosas de nuestra organización educativa.