Resumen:
Creen muchos que el único objeto de los libros de medicina veterinaria es iniciar á los cultivadores en el arte de curar las enfermedades de los animales, evitando las visitas de los hombres consagrados á la ciencia, y esto constituye un error gravísimo. En efecto, la medicina, y sobre todo la medicina de los animales, es una ciencia erizada de dificultades sin número y que sólo puede practicarse con éxito satisfactorio con un conocimiento perfecto de la fisiología y de la anatomía del animal. Exige además profundos estudios de química y de botánica que faciliten el conocimiento de las substancias y de las plantas medicinales. Estos estudios y muchos otros preliminares, los adquieren los alumnos de las escuelas de veterinaria en muchos años, aunque poseen antes de entrar en ellas una instrucción científica de que carecen casi todos los agricultores.