Resumen:
Si la República Dominicana hubiera recibido durante el pasado año 1963 una cantidad de turistas en la misma proporción per cápita que en su conjunto recibieron las islas del Mar Caribe, la tierra que más amó Colón, la que conserva sus veneradas cenizas en la más antigua Catedral de América, hubiera tenido el placer de compartir sus atractivos históricos, sus grandes extensiones de playa, su ardiente sol tropical y los múltiples encantos naturales con que la gratificó El Señor, con más de 350,000 visitantes ávidos de disfrutar de lo que tanto poseemos, y la economía del pueblo dominicano, tan necesitada de recursos, se hubiera fortalecido con más de $50,000,000.00 de dólares, o lo que es igual, con un ingreso mucho mayor al total obtenido por nuestras cosechas de café, cacao y tabaco combinadas.