Resumen:
No podemos presumir cual sea el éxito que obtengan, en definitiva, las conjeturase hipótesis que nuestro honrado, bueno y estudioso compatriota 1). Eduardo (buitrean, aventura en el campo de la observación científica, como resultado de su aplicación a los estudios astronómicos. Sí sabemos, positivamente, que el foresto, el humilde dominicano,
ha obtenido ya un éxito de estimación, un sueco (Vestirme, allí donde solo pueden elevar el vuelo las águilas; y que tiene adquirido por tan incontestable título, el derecho a que sus conciudadanos fijen la consideración en su labor sagaz y paciente, en los productos de esa labor, honrosa para el patriotismo dominicano, por cuanto, gracias a ella, los hombres
de ciencia más connotados en Europa y los Estados Unidos, saben que existe en este turbulento y menospreciado país antillano, quien á impulso de genial intuición, eleve la mirada y el pensamiento a las alturas, y observes atentamente las leyes de la mecánica celeste, la marcha majestuosa de los astros, para deducir de esa observación, hecha sin el
auxilio de ningún instrumento científico, proposiciones y conclusiones nuevas, que, bajo el patronato del ilustre Camilo Flammarion, han tenido la honra de ser atendidas con interés, por la Sociedad Astronómica de Francia, valiendo a su autor la envidiable distinción de ser inscrito entre los miembros titulares de aquella insigne asamblea de Sabios.