Resumen:
Singular destino el de Cristóbal Colón: revela el máximo misterio de la Mar Océano, completa el orbe, y todavía al cabo de cuatrocientos cuarenta años de tan portentosa hazaña, le estamos descubriendo a él. Orígenes, lugar del nacimiento, la virtud con que la realiza, la tumba en que reposa al fin, todo es motivo de interrogaciones, y éstas, unas con encono, con dolo otras y alguna ridícula por lo temeraria. Iniciaron las querellas las villas de la Liguria con la naciente fama de Colón, y la atiza luego el interés de pecunia al extinguirse la línea recta de varón en el mayorazgo. Cuando la obra de España en el Nuevo Mundo se destaca en todo su valor y la civilización de América es espléndida realidad para el bienestar humano, la reanuda la emulación con que regiones de España pretenden incorporar a Colón a la nacionalidad española por el nacimiento en una de ellas, al par que aflora la tendencia de disminuir la personería del genovés Colón en provecho
de sus compañeros españoles, como si justiciera distribución no repartiese los méritos entre el aporte insuperable de la gente hispana, sangre, espíritu y dinero en la magna empresa y el genio que la guía por los rumbos de la Mar Tenebrosa.
Descripción:
(Conferencia leída el 2 de septiembre de 1932 en el salón de actos de “La Prensa”, en el Instituto Popular de Conferencias, Buenos Aires). Perteneció a la biblioteca personal de Martínez Boog.