Abstract:
Si dejásemos hablar a Federico Nieízsche nos diría: “Libros hay que tienen valor inverso, según que los lea un alma superior y fuerte, o un alma inferior y débil; en el primer caso, son heraldos que aumentan la bravura de los bravos; en el segundo, son libros seductores, corruptores, disolventes. Los libros que gustan a todo el mundo siempre huelen mal: el olor de la plebe se Ies adhiere. Donde la plebe come y bebe, y también donde venera, hay siempre mal olor”. Yo, no quiero que caigan mis humildes obras en manos de personas que no tengan la capacidad sentimental necesaria para sentirlas. Yo escribo, para aquellos que sienten como yo; yo escribo, para aquellos que sufren como yo; yo escribo, para aquellos que buscan lo bello para hundirse, o elevarse; y evitar así todo
contacto con este mundo exterior que apesta.