Resumen:
LA pintura de hoy acusa un marcado sentido "colectivista", por cuyo motivo viene a hacer patente la crisis del arte "individualista", que hasta hace poco llenaba toda el área del quehacer pictórico. Al juego del matiz, al temblor del dibujo se opone la fuerza del trazado del dibujo y los colores planos con sentido arquitectónico. Ha muerto, creo, para la fecha en que escribo, la pintura de "asuntillos", de melindres graciosos que hacía exclamar ¡qué sensibilidad!, ¡qué temblor en el juego de los matices, en la idas y revueltas de las líneas
curvas o quebradas! La pintura lírica y, aún más, la de cabellete, va cediéndole el paso a
la gran pintura épica, con desarrollo monumental.