Resumen:
La primera indicación histórica conocida con relación a la miel, hace más de 36 siglos, cuando Israel envió “un oco de miel” a Faraón. Desde la Génesis hasta el Nuevo Testamento, a menudo están indicadas las abejas, la miel, es decir, por un lapso de tiempo de más de 3.700 años. En la Biblia, la palabra de Dios está comparada con la miel por su dulzura. Un hombre muy apreciado entre los obreros era Deborah, que significada abeja, la admirada trabajadora. Los Faraones llevaban bordadas en sus trajes las abejas, como emblema de la realeza: y el gran Napoleón, llevaba bordadas, en gran número, sobre el manto imperial, reinas de abejas. Los Reyes de Inglaterra, en el período medioeval, llevaban a los hebreros sus abejas, porque éste pueblo aportaba con abundancia, aunque forzado, sus tributos. Es diurética, es específica para combatir la estipticidad; se aplica en los forúnculos para llevarlos a maduración; tiene acción calmante y antiséptica (conteniendo ácido fórmico) en las recién luxaciones y quemaduras; calma la irritación nerviosa, favorece el sueño como la expectoración en indicadas bebidas está apropiada contra la ronquera, la tos, el catarro, enfermedades del pecho, asma.