Resumen:
En una ocasión, casualmente cuando nuestra república se preparaba a celebrar fastuosamente el primer centenario de su independencia, el notable abogado español Dr. Constancio Bernaldo de Quiroz, en íntima conversación dijo: "los dominicanos aun no han descubierto sus montañas”. Esta frase, que hasta cierto punto encerraba una merecida censura a nuestra indiferencia hacia este tesoro, era también una invitación a disfrutar de su espléndida belleza. Nuestra casa, con el doble propósito de estimular el alpinismo en nuestro país, y a la vez contribuir en algo a la celebración de nuestro primer siglo de libertad, patrocinó un concurso ofreciendo un premio a la primera persona, o grupo de
personas, que en el año 1944 escalase el Pico Trujillo, cima más alta de nuestra cordillera central y también de las Antillas. Este concurso obtuvo un éxito verdaderamente satisfactorio. De diversos puntos del país concurrieron numerosos grupos con desbordante entusiasmo.