Resumen:
Al situar las estrategias discursivas sobre las que se formula el pensamiento de Pedro Henríquez Ureña, se advierten algunas líneas fundamentales: armar referentes históricos y culturales para explicarse los principios de comunidad, pensando “la expresión” —eso que podría revelar o develar nuestro ser y estar—. Desde principios de su aventura intelectual, el concepto de alteridad y paradigmas le fueron esenciales. Fuesen los últimos autores de aquella modernidad fin de siècle — Wilde, Ibsen, Shaw— o aquellos menos considerados por la doxa de entonces —como Sor Juana Inés de la Cruz o Hernán Pérez de
Oliva—, su pensamiento se irá volcando alternativamente hacia aquello que establece ejes de desarrollo y lo que nos constituye en la historia del pensar y el imaginar.