Resumen:
El Licenciado Félix W. Bernardino responsablemente consciente de la magnanimidad del
Presidente Generalísimo Trujillo y de sus nobles actuaciones y buena disposición para perdonar agravios a todos aquellos que abrazaron una causa equivocada, bajo la influencia de la prédica malsana y anti-patriótica de dominicanos apóstatas, fué quien
intervino con sus buenos oficios, como fiel intérprete de las virtudes del Generalísimo, para lie var a feliz realización los hechos que se relatan en éste folleto. Cuando el Generalísimo Trujillo, en uno de esos gestos de hidalguía que han iluminado su trayectoria política a todo lo largo de su brillante carrera, indultó a los miembros de la tripulación del buque “fantasma” El Quetzal—, algunos políticos profesionales, reaccionarios y falaces, que han hecho de su auto exilio una jugosa industria, a costa de los incautos, ayudados por cierto venal y extorsionista director de una revista filocomunista de La Habana, intentaron eclipsar con mentiras y calumnias fuera de todo fundamento lógico o político, el
noble hecho que devolvió la libertad a la tripulación del Quetzal» fueron vergonzosamente desmentidos y ridiculizados por el aplauso y las manifestaciones de aprobación de los pueblos de la cuenca del Caribe, y del mundo americano, que han sabido apreciar la magnitud incomparable de la generosidad que ese indulto simboliza.