Resumen:
En el acto de condecoración de trece religiosas de la Congregación Siervos de María.
Religiosas de las Siervas de María: Ministras de los Enfermos: Se ha dicho que la gloria sólo la alcanzan los que en sus obras y hechos no mezclan ninguna pasión mezquina;
los que dejan a la humanidad una herencia de bien o saber, de arte o de grandeza de alma. Vosotras, que integráis una de las comunidades religiosas de más profundo sentido humano, por el contenido emocional de la vocación que las asiste para dar al prójimo jirones de vuestro propio aliento, os habéis granjeado en la República Dominicana el respeto y la devoción de todas nuestras clases sociales. Habéis satisfecho a través de vuestra inconmensurable obra de bien colectivo las más amplias aspiraciones espirituales de la vida terrenal. Como genuinas intérpretes de la bondad y de la caridad que predicó Nuestro Señor Jesucristo, habéis esculpido una mística filantrópica que nos obliga a todos
los católicos a inclinarnos en perpetuo reconocimiento.