Resumen:
Séame permitido decir—como preámbulo al presente Compendio—que el maestro de instrucción primaria tropieza siempre con una realidad que se impone, es á saber: que los niños encomiendan todos sus estudios la memoria. No siendo esta facultad sino un auxiliar para la instrucción, nunca debe confiársele más ejercicio, que el que tienda á favorecer el entendimiento, potencia que forzosamente hay que despertar en los niños, mediante el conocimiento de la Naturaleza en la Naturaleza misma, para elevarlos hasta lo divino, lográndose así una instrucción sólida y fundamentada. Por esta razón, y porque la infancia' siente un natural horror á todo lo que parece dificultoso, he dado á este
librito una forma asaz concisa, no dudando que será suficiente para ayudar al espíritu de observación, que ya el maestro irá perfeccionando en sus alumnos.