Resumen:
En nuestro pueblo, en nuestra historia, tenemos hombres de un potencial interior que se va manifestando en cada entrega de su pensamiento, de su producción elaborada o espontánea. Es una actualización progresiva de ese potencial que se materializa y se desarrolla en la cotidianidad y que le hace crecer a él y a su entorno, convirtiéndose así en causa y efecto de nuestro tiempo...de nuestro futuro... Pedro Henríquez Ureña es uno de estos hombres nuestros que además hace realidad, en toda su dimensión, la profecía que de él hiciera su madre, Salomé Ureña de Henríquez a través de sus versos, en uno que le dedicara y que lleva como título "Mi Pedro".