Los profetas

Abstract

Deseo iniciar mis palabras de reconocimiento, esta noche llena de importancia para mí, agradeciendo a los Honorables Miembros del Jurado del Premio Nacional de Poesía consagrado con el nombre de la ilustre “Cantora del Ozama”, Salomé Ureña de Henríquez, poetas Aida Cartagena Portalatín, Héctor Incháustegui Cabral y Manuel Rueda, su apoyo a mi fe, su apoyo a lo que considero la creencia más importante del hombre: La Esperanza en la posibilidad de un mejor mundo hecho de carne sin tropiezos, ni amenazas, alimentada con el buen pan de la tahona, heñido con las manos del trabajo justo, un mundo sin el repetirse de choques con las piedras, con los cascajos de pequeñas y grandes historias que arrastramos todos los hombres como prueba o comienzo de prueba del Aguardo. A estos grandes artistas, a estos embellecedores de la vida, a estos duros decidores de la Verdad, a estos preocupados por la Justicia, la Equidad y la Paz Noble, vaya mi gratitud por su afirmarme con la premiación, a este hito de la Esperanza a cumplirse, que pretendo sea mi obra: Los Profetas.