Abstract:
Libro de poesía religiosa, de un ahondamiento en la fe, no puede, sin embargo, etiquetarse como tal. Máximo Aviles Blonda se adentró desde sus primeras obras en temas vinculados a personajes del Antiguo y Nuevo Testamento, trabajó durante años algunos de sus temas con paciencia e interés vitales, pues para el poeta estos temas formaban parte de sí, los llevaba consigo y retornaba cada cierto tiempo a ellos. Algunos personajes como San
Juan Bautista “puente, útero de gracia, polvo asombrado”, lo han perseguido como interrogación, acuciándolo a lecturas múltiples, a búsquedas bibliográficas e interpretaciones, ya sea al tomarlos en una composición y haciéndolos eje de la misma, ya en forma indirecta, como en este libro actual viejo y nuevo, maduro y joven y que reúne formas de distintas épocas; así también el personaje de Juan, su Evangelio y el Apocalipsis, los profetas, la devoción mañana. Un recuerdo infantil, una tradición dominicana unida a su niñez o a su juventud, lo impulsaban a una meditación sostenida-las flores a María en el mes de mayo, el eco de los cánticos a las campanas del Angelus, el rosario musitado.