Resumen:
La poesía dominicana de nuestros días se produce con la conciencia en el reino del tiempo. Es poesía dramática y temporalizada. No de anticuarios ni de cronistas. Si emplea
alguna anécdota, ésta se muestra muy temporal, hondamente sumergida en el tiempo. La poesía de los últimos quince años del siglo XIX y de los diez primeros del siglo XX estuvo regida por la anécdota entre nuestros poetas y el problema histórico como anécdota política en los casos menos afortunados.