Resumen:
Un poeta es, biológicamente, un hombre como cualquier otro. Como todo hijo de vecino, tiene su corazoncito y en el anidan humanas miserias y grandezas. Sin embargo, —dirá
alguien— no todos los hombres son poetas. Y en efecto así es. Porque la poesía es una condición que adviene a ciertos seres milagrosamente dotados para tener del mundo circundante y del recóndito mundo del espíritu una visión inusitada y la capacidad para hacer que los demás compartan esa visión.