Resumen:
La Española o isla de Santo Domingo fue la primera tierra americana colonizada por España. Durante ese dilatado período de tres siglos hubo dos momentos de singular trascendencia histórica, cuando las decisiones tomadas por la Corona, desde la metrópoli, acarrearon funestas consecuencias en el devenir de la colonia y el país que, andando el tiempo, surgiría de ella: la República Dominicana. Si nos remontamos a los inicios del siglo XVII, en un momento crucial de la vida colonial, advertimos que el primero de los episodios decisivos aconteció durante el reinado de Felipe III, con las devastaciones de 1605 y 1606, recomendadas por el Consejo de Guerra encargado de atender los asuntos ultramarinos,
aprobadas por el rey y ejecutadas por el gobernador Antonio Osorio, bajo las presiones del intenso contrabando que mantenían portugueses, franceses, ingleses y holandeses con los colonos de las villas de Bayajá, Yaguana, Montecristi y Puerto Plata. El forzoso abandono de los pueblos ubicados en la Banda Norte, la desolación y la ruina provocadas por las medidas instrumentadas por Osorio, permitieron, primero, la fácil incursión de bucaneros y filibusteros, y, después, el asentamiento de colonos franceses y el surgimiento de Saint Domingue en la parte occidental de la isla, a raíz de la Paz de Ryswick, celebrada entre
España y Francia en 1697.
Descripción:
Incluye índice onomástico y toponímico (páginas, 565-584).
Incluye referencias bibliográficas y notas al pie de las páginas.
Incluye bibliografía : páginas, 553-562.
Colección Patrimonio Dominicano.