Abstract:
El 1492 es un año singular en la historia de España. En esa fecha se puso fin a la guerra llamada «de la Reconquista» que duró casi ocho siglos (711-1492) y que terminó con la expulsión de los invasores árabes, hecho que se tenía como imprescindible para la unificación de la nación española. Como consecuencia de ese triunfo militar se produjo la expulsión de los judíos sefardíes por complicidad con los vencidos y por último, aunque no por eso menos importante, también en ese año se descubrió un nuevo continente
que puso en manos de España el más vasto imperio que jamás nación alguna haya administrado. Al iniciarse la Edad Moderna, en coincidencia con los acontecimientos antes señalados, los mercados orientales eran apetecibles por los comerciantes europeos al proveer de mercancías exóticas, tales como sedas, piedras preciosas, perfumes y especias (pimienta, canela, jengibre y nuez moscada) a una sociedad capitalista emergente con
demanda cada vez mayor de esos productos. La empresa de acortar la ruta a oriente navegando hacia el poniente por mar desconocido era parte de las posibles alternativas que existían para satisfacer esa necesidad, teniendo esta opción a su favor una suma de elementos entre los que se destacaban la acumulación de pericias marinas, el perfeccionamiento de medios de navegación más rápidos y el uso extendido de la brújula y el astrolabio.