Resumen:
Juana Saltitopa apenas asoma en la historia: pertenece más bien a la leyenda, al áureo reino de la poesía. Es la Juana de Arco de la Batalla de Santiago, cuya imagen se alza entre espadas y clarines, envuelta entre el humo de la pólvora y saludada por el cañón y la fusilería. Pero Juana Saltitopa era también mujer de amor. Bajo la azul chamarra, bajo el peso de las armas, le latía el corazón rendido a otro corazón. Y puso la vida toda en ese amor, como había puesto la flor tempranera de su carne. Esta es la heroína del bello romance de Pedro A. Medina. Esta*es la verdadera Juana Saltitopa, despojada del grave manto de la historia y envuelta en el diáfano manto de la poesía.
Emilio Rodríguez Demorizi.