Abstract:
Ante la enorme catástrofe que ha destruido la ciudad de Santo Domingo y -sus contornos me siento profundamente conmovido. El cuadro pavoroso que se ha ofrecido a mi vista tan pronto como la furia del viento me permitió lanzarme a la calle, ha herido en lo más íntimo mi corazón de ciudadano y de mandatario. En el primer momento y bajo la turbación que me produjo tan fatal acontecimiento, brotaron a mis ojos lágrimas que nunca soñé derramar; pero consciente de mis responsabilidades me repuse prontamente y he
concentrado toda mi energía y toda mi actividad a la tarea de proporcionar socorro a la población abatida por la terrible desgracia.