Resumen:
Con indescriptible acervo de fervor patriótico y trujillista —que ya no son dos cosas distintas, sino la misma e idéntica cosa— y con toda la fuerza de mi modesta inteligencia, contemplo el grandioso panorama de la Era de Trujillo, enfocado por el triple lente de
Dios, Patria y Libertad, divisa augusta de nuestra República que señala maravillosamente la trayectoria constante e indeclinable del Generalísimo Trujillo: Rumbo a Dios, rumbo a la Patria, rumbo a la Libertad y no otro jamás se le podrá descubrir a Trujillo. El que exhorta al pueblo dominicano a que continúe enalteciendo, con el brillo ejemplar con que lo ha hecho, el escudo, el Himno y la Bandera con que hacemos que viva en la eternidad de la música y del color el alma de la Patria no podía verdaderamente llevar otro rumbo.