Resumen:
Este minúsculo florilegio, producto de mi alma y de mi corazón rebosados de entusiasmo dominicanista frente a la magnitud y esplendor de las incontables obras de bienestar y engrandecimiento colectivos debidas al genio próvido y tutelar de la dominicanidad, Generalísimo Doctor Rafael Leónidas Trujillo Molina, insigne conductor de los destinos de la República, me es muy placentero dedicarlo al General Héctor B. Trujillo Molina, Presidente Electo de la República, al General de Brigada Dr. Rafael L. Trujillo hijo, abogado, Jefe de Estado Mayor de la Aviación Militar, y a las fuerzas armadas de la República — Ejército Nacional, Marina de Guerra, Aviación Militar y Policía Nacional—, porque para regocijo y tranquilidad de todos los buenos dominicanos, estas instituciones
responden satisfactoriamente a los altos fines previstos por el claro sentido de su creador y Jefe Supremo, como militar y estadista de amplia y profunda visión de la realidad.