Resumen:
HEMOS amado siempre la raíz y seguimos viendo en la permanente eternidad cultural de España el enlace mejor a nuestro patrimonio común que no podemos ni desoír ni ignorar. Sólo así nuestra futura cultura americana podrá tener un sentido. Seguimos buscando la entraña poética, el testimonio lírico de un mundo de símbolos de interinidad rigurosa y preocupada. Este primer homenaje que “La Poesía Sorprendida” rinde a un lúcido viviente poeta nuestro español contemporáneo, reúne en sí las apetencias de una poesía solitaria, vigilante y espaciosa en el alma y el mundo, y queremos colocarlo como nuestro primer símbolo de bella y conmovida parte de lo que amamos en hondura y vastedad en poesía.
Vemos en la obra de Jorge Guillen un presagio vivísimo del mundo del hombre que se realiza en su interior y que recrea en su centro todo el mundo jubiloso despierto reducido a sus símbolos de solitarios y maduros júbilos mejores; el testimonio y la pureza de una anunciación nueva de una tierra más limpia y más ancha labrada en bellas eternidades de interiores y recreaciones en intimidad de lo movible y quieto de afuera. Esta maestría sin ruido de Jorge Guillén que recoge la mejor herencia española de siempre, y esta generosa mano suya tendida a la eternidad del hombre en su mejor instante; esta vigilancia en permanencia honda de su hora más fiel nos alienta y enseñan.