Abstract:
El ser humano nace con una inclinación espontánea a la libertad, de donde emanan los derechos naturales del hombre. La legislación creada por el mismo no es más que el alcanzamiento de esta inclinación para prevenir excesos en el ejercicio de tales derechos y para crear los deberes que necesariamente ha de engendrar este ejercicio, y cualquier limitación que no obedezca a la necesidad de establecer equilibrio y reciprocidad entre los derechos y deberes humanos es, indudablemente, coacción.