Resumen:
Nunca había dispuesto la publicación de un libro. Siempre he sido víctima de una dejadez que debe ser medular porque no permite deshacerme de sus coyundas. Esa dejadez es una consecuencia de mi manera de ser como escritor. Quiero decir, de mi punto de vista.
No sé realmente si los que publican libros lo hacen por el prurito de publicar. Tomada como tarea vital, esa labor no debe ser fastidiosa porque el escritor sabe que la vida no podría ganársela de otra manera. En el caso contrario, la misión es agradable cuando responde a dictados sentimentales o del pensamiento.