Resumen:
En todo libro de versos, el alma escondida del poeta vibra, como en los cálices de los lirios, junto al aroma, palpita el argénteo temblor de la luna. Se acerca uno a ellos y un misterioso efluvio invade nuestro espíritu. Nunca nos encanta más la vida como cuando la sorprendemos en formas de belleza. Su armonía nos llena de sugerimientos. Creemos en las fuerzas espirituales. Y el hombre es hermano de los ángeles.