Resumen:
A ninguna persona medianamente observadora puede escapar el hecho de que en el mundo actual se está operando un fenómeno político de gran trascendencia. Este
fenómeno lo constituye un crecimiento insólito del Estado. No se contrae ese aumento del poder estatal al mundo totalitario, sino que también se extiende a las democracias.
En el robustecimiento general de los Estados parece estar influyendo poderosamente el actual asombroso progreso tecnológico y científico, pues es un hecho reconocido que todos los adelantos modernos y humanos se reflejan de un modo u otro en el todo de la sociedad, y muy especialmente en la estructura del gobierno. Vemos, pues, que el progreso material del mundo está determinando hoy, como siempre, una mayor complejidad del gobierno y el Estado, con la peculiaridad de que, en los últimos años, bajo el acicate de la guerra, se ha apresurado más que nunca ese doble progreso. Con todo, es preciso hacer resaltar que, a pesar de que el fenómeno se está operando por igual en los dos grandes bandos en que las ideologías políticas dividen al mundo, aquél reviste caracteres muy diferentes en el uno y en el otro.