Resumen:
El rumoroso Yuna es el extracto de las sierras; de los montes vírgenes; de las cordilleras; el sobrante de las lluvias, que azotan vehemente las comarcas; sus vertiginosas
moléculas llevan en sus estructuras el secreto de las piedras calizas; de los cantos rodados, de las calladas rocas. . .; el embrión de las simientes; la esencia de las nieblas; la
frialdad de los inviernos; el celo lujúrico de los inquietos peces; el croar nocturno de los batracios; el diálogo juguetón de las cascadas; el rubor de los panoramas; el palidecer
de los horizontes; el amargor de las raíces de las manadas; el trasnoche permanente de los luceros; la mesorra de los arco-iris. . .