Resumen:
Una conferencia es un tratado. Una conferencia es, ante todo, y su esencialmente, un tratado de serenidad. Su contenido tiene que ser exposición serena y original de puntos de vista sobre un tema. Una conferencia no es un discurso. Por lo tanto, no admite
declamaciones, ni pompa hojarascas. Se alimenta de argumentos. Vive de sustancia,
de demostraciones. No admite retórica en la palabra, ni gestos en la elocución. Una
conferencia es ciencia. La ciencia pura vive suspensa en la atmósfera de la austeridad. La ciencia es plácida.
Descripción:
Conferencia pronunciada en el Partido Dominicano, en Santiago, la noche del 12 de agosto de 1938.
Perteneció a la biblioteca personal de Martínez Boog.