Resumen:
Nuestra América estaba ya en trance de libertad. Era su hora. Las espadas cantan sus tajantes himnos de acero cuando el pensamiento de los conductores se ha hecho fervor en el alma de las multitudes. Siempre ha sido la palabra cuna de la epopeya; en cada gran
batalla ha luchado una idea; en toda hazaña bélica ha triunfado una doctrina. Las armas son, en el amplio panorama de la Historia, conceptos trasmutados en metal y los ejércitos, filosofías morales y políticas en aptitud de heroísmo y sacrificio.