Desde ese momento, la sardina ya no fue más ‘la sardina”. sino Divina Mastrota, como ella había soñado, y el número pasó a llamarse: ‘Las Maravillosas Aguas Danzantes y Divina Mastrota, la sardina ‘bailarina’.
Descripción:
Tercera edición.
Obra para jovenes y niños.
Premio Casa de las Américas, 1988.