Resumen:
Este es el primer capítulo de un libro que no escribió Alian Kardec, que debió llamarse: «De las tinieblas hacia la luz»; que debió comenzar así: «De las tinieblas hacia la luz, de lo conocido hacia lo desconocido», para demostrar a los humanos que la vida del espíritu no termina con la desintegración del cuerpo, con la destrucción de la materia...
El arcano del más allá no debe ser una interrogación sangrienta, ni el horror que se prende en el alma de los vivientes. El espíritu, invisible entidad, existe como el aire, la música y el perfume. Llegar a los umbrales de la Divina Sabiduría, es comenzar a comprender lo eterno...