Abstract:
En todo debate entre personas cultas, impera más el deseo de abrir camino a la verdad, que el de imponer las propias ideas. La seriedad de toda investigación impide que nos apeguemos a errores tradicionales, por más que éstos se funden en un loable cariño a ideas que nos han sido caras desde la infancia. A eso nos hemos habituado durante toda nuestra vida, y jamás hemos tenido reparo en aceptar rectificaciones y abandonar nuestro punto de vista, cuando razones sólidas y pruebas fehacientes han interceptado el rumbo de nuestro pensamiento.